Afronta la carrera, metro a metro
Una carrera es un proceso cargado de pensamientos y emociones. Y es que todo deportista hace frente a dos grandes retos: el físico, superándose día a día y mejorando su resistencia, fuerza o velocidad, y el psicológico. A continuación nos centraremos en este último, para explicarte desde la psicología del running la mejor actitud para afrontar una carrera.
Una carrera es un proceso cargado de pensamientos y emociones. Y es que todo deportista hace frente a dos grandes retos: el físico, superándose día a día y mejorando su resistencia, fuerza o velocidad, y el psicológico. A continuación nos centraremos en este último, para explicarte desde la psicología del running la mejor actitud para afrontar una carrera.
La actitud, clave para todo en la vida
Al contrario de lo que se piensa comúnmente, la actitud no solo consiste en tomárselo todo con optimismo. Te interesará saber que lo importante es saber disfrutar de cualquier proceso que nos lleve hacia una meta, aprovechando también lo negativo para aprender.
La actitud es, según expertos en psicología, nuestra postura hacia los acontecimientos de la vida. Pongamos un ejemplo: si vas a realizar una maratón o media maratón y sientes que no disfrutas, te será muy difícil completarla. Sin embargo, si tienes los pensamientos adecuados, tus resultados llegarán a ser incluso mejores que durante el entrenamiento.
Esta está muy relacionada con la motivación. Pero, ¿cómo adquirirla? Según expertos deportivos, la motivación es una combinación de lo siguiente.
- Buena preparación: la práctica es fundamental.
- Visualización del éxito: ya sea en un mismo o fijándose en una figura de referencia.
- Circunstancias agradables: hacer deporte con amigos, contar con el equipamiento necesario, etcétera.
- Objetivos ambiciosos: los retos y el deporte van de la mano.
¿Qué pasa por la cabeza del runner durante la carrera?
La psicología del deporte es una ciencia que combina varias disciplinas: fisiología, psicología, biomecánica… Su objetivo es relacionar los procesos cognitivos y emocionales con el rendimiento deportivo. De hecho, gracias a numerosos estudios hoy sabemos cuáles son los pensamientos más comunes de un deportista durante una carrera. Para que te hagas una idea, te los explicamos a continuación.
Al comenzar la carrera
Esta es la parte más dura, ya que el cuerpo comienza a notar los síntomas de cansancio. Te sorprenderá saber que los pensamientos durante esta etapa no son del todo negativos; esto se debe a que el runner suele tener una base sólida de preparación psicológica. Pero, si no es el caso, es común que aparezcan la desmotivación y las ganas de finalizar.
Otro de los fenómenos comunes en estos momentos es la concentración. Los expertos coinciden en que la atención profunda suele perderse con el paso de los minutos, pero si en una carrera larga el deportista comprueba que todo está saliendo como esperaba, su concentración puede durar muchísimo.
Durante el trascurso de la carrera
Esta es la parte más dura, ya que el cuerpo comienza a notar los síntomas de cansancio. Te sorprenderá saber que los pensamientos durante esta etapa no son del todo negativos. Esto se debe a que el runner suele tener una base sólida de preparación psicológica. Si no es el caso, es común que aparezca la desmotivación o las ganas de finalizar.
Lo más negativo de esta etapa es la pérdida de la concentración, como comentábamos antes. ¿No te ha pasado que, al salir a correr, llega un punto en el que te distraes al ver el paisaje? Imagínate cuando llevas 20 kilómetros de maratón o una hora de entrenamiento. En este punto debes focalizarte otra vez en la carrera, en no perder la técnica de zancada y mantener tu respiración constante.
El final de la carrera
No es ningún secreto que el cansancio extremo nos sobreviene casi a la misma vez que cruzamos la línea de meta. Si has vivido el increíble momento de terminar una carrera, ya sabrás lo que se siente. La motivación alcanza niveles insuperables por haber cumplido nuestro objetivo, pudiendo incluso hacer que olvidemos el cansancio por un momento.
Esta euforia puede ir acompañada por un sentimiento de orgullo que hace que queramos contar nuestra hazaña a todo el mundo. Así, las ganas de terminar y la sensación de agotamiento van seguidas del reconocimiento de nuestro esfuerzo. Es el momento en que todo tu cansancio se ve recompensado. Y en los días posteriores, surgirá un nuevo pensamiento: las ganas de asumir un reto todavía mayor.
La presión
Todos los sentimientos, pensamientos y emociones que hemos descrito tienen su base en la actitud. ¡No es ningún secreto que nuestra mente tiene el poder de transformar la realidad a nuestro gusto! No obstante, hemos dejado para el final un aspecto que merece una mención aparte: la capacidad de soportar la presión.
Los deportistas están sometidos a una gran presión para alcanzar sus objetivos, avanzar un poco cada día y tener buenos entrenamientos. Según los especialistas, el autoconocimiento es determinante, ya que nos permite saber cuánta presión podemos soportar y cómo de ambiciosos pueden ser nuestros objetivos. El camino para llegar a conocernos bien pasa por invertir horas entrenando.
La psicología del running es tan importante para una carrera como el propio entrenamiento físico: cuerpo y mente son un tándem perfecto para cumplir nuestras metas en la vida. Recuerda la importancia de tener una buena gestión emocional no solo durante la carrera, sino también en los entrenamientos. No se trata de verlo todo perfecto, sino de saber aprender de los fallos y ver como los solucionamos para mejorar el rendimiento. ¡Confía en ti mismo!