El deporte, clave para afrontar la incertidumbre actual
En los últimos meses hemos vivido momentos de incertidumbre excepcionales. Y es que en 2020 se han visto situaciones de crisis insólitas, y algunas de ellas han puesto a prueba la capacidad de resiliencia de muchos de nosotros. Una de las conclusiones que podemos sacar de todo lo acaecido es la estrecha relación existente entre deporte y psicología: nos hemos dado cuenta de que actividad física y estado de ánimo están íntimamente ligados.
En los últimos meses hemos vivido momentos de incertidumbre excepcionales. Y es que en 2020 se han visto situaciones de crisis insólitas, y algunas de ellas han puesto a prueba la capacidad de resiliencia de muchos de nosotros. Una de las conclusiones que podemos sacar de todo lo acaecido es la estrecha relación existente entre deporte y psicología: nos hemos dado cuenta de que actividad física y estado de ánimo están íntimamente ligados.
Por ejemplo, ¿has percibido cómo, ante las mismas situaciones, hay personas que reaccionan de manera muy distinta a otras? ¿Has visto que algunas viven con optimismo percances ante los que otras se hunden en la desesperación? Puede resultarte increíble, pero el deporte puede ayudarte a manejar la inseguridad y las dudas.
El deporte en tiempos de incertidumbre
Hacer ejercicio es una forma de mejorar nuestros niveles de bienestar en nuestro día a día. No solo ayuda a conseguir equilibrio físico, sino también psicológico. Piensa que la actividad física implica fijarse objetivos, esforzarse y cumplir con una serie de rutinas a rajatabla. De igual forma, te impulsa a planificarte para superar tus metas, forzándote a mantener una disciplina y a enfocar la mente en el aquí y el ahora. En definitiva, te conduce hacia la actividad y el movimiento.
Por eso el deporte, ahora más que nunca, puede ser tu mejor aliado. Genera lazos de unión, empatía y compañerismo entre las personas, e igualmente fomenta el trabajo en equipo y proporciona un nexo para que te identifiques con otros que te inspiran y te motivan. Jugar al fútbol, salir a correr o montar en bicicleta, por ejemplo, son prácticas que forman una parte integral de la vida de numerosas personas que, con la crisis generada por la COVID-19, se han visto privadas de estas aficiones. No obstante, han buscado soluciones alternativas: principalmente opciones para realizar ejercicio en casa, que les han ayudado a combatir sus niveles de ansiedad y estrés.
Las reacciones de angustia y preocupación han sido habituales durante la pandemia. Esto es, en muchos casos, justificable y normal: la gran cantidad de dudas respecto al futuro que ha generado esta situación han causado mucho malestar y desasosiego. En este contexto, el deporte ayuda a mitigar o eliminar esas sensaciones. Como factor añadido mejora la autoestima, previene el deterioro cognitivo, reduce los niveles de estrés… Y, por si eso fuera poco, aumenta la capacidad cerebral y mejora el autocontrol.
Además, provoca la liberación en el organismo de sustancias químicas que proporcionan felicidad y euforia. ¿Quieres saber cuáles son? Se trata de las famosas endorfinas. Por eso te sientes tan bien después de una dura sesión de running, o tras una hora jugando al baloncesto o en la cancha de tenis.
Deporte y psicología
La relación entre deporte y psicología es evidente. El estado físico, social y mental positivo pasa, en la mayoría de los casos, por la práctica de alguna actividad que implique la puesta en marcha del cuerpo. Esto siempre ayuda a ver las cosas de manera más positiva y optimista, y una buena prueba de ello es que la actividad física afecta a los niveles de bienestar general en personas que padecen enfermedades mentales. De hecho, el deporte se usa en muchos tratamientos para la depresión.
Existen evidencias de una reducción de entre el 20 % y el 30 % en la depresión en personas adultas que participan en actividades deportivas de manera cotidiana. De igual forma, quienes practican algún deporte previenen la aparición de enfermedades mentales.
En esta línea, los deportistas de élite cultivan su mente casi tanto como su cuerpo. Piensa que un alto rendimiento y unos resultados óptimos requieren de unas condiciones físicas inmejorables, pero además de eso también exigen un estado mental fuerte y unas grandes dosis de psicología deportiva.
Relación entre actividad física y estado de ánimo
¿Puede mejorar nuestro estado de ánimo gracias a la actividad física? La respuesta es un rotundo sí. Hay claros efectos positivos en el modo de afrontar los problemas que están relacionados directamente con el ejercicio. Y es que un estilo de vida activo implica también una serie de condicionantes relativos a la alimentación, las rutinas de descanso y el sueño, todas ellas muy beneficiosas mentalmente.
Todo ello, en suma, contribuye a mejorar los niveles de bienestar y las sensaciones de optimismo, la autopercepción y la satisfacción. De igual manera, la práctica habitual de ejercicio físico regula los ritmos vitales y te ayuda a dormir mejor. Como resultado, estás más descansado y tu estado de ánimo mejora.
¡No importa la edad ni la condición física!
Independientemente de tu edad o condición, puedes aprender a utilizar el ejercicio como una herramienta efectiva para mantener el optimismo. ¡Con él puedes prevenir o reducir muchos problemas de bienestar mental! También mejorarás tu perspectiva de la vida, y serás más vital. En definitiva, conseguirás hacer frente a la sensación de incertidumbre, tan común en los tiempos que corren, sin dejar que esta te sobrepase y te cause ansiedad o estrés.