Un seguro para tu smartwatch, ¿de verdad lo necesito?

Suena el despertador, te pones las zapatillas y sales a la calle a correr. Te encanta la sensación de esforzarte cuando la ciudad aún duerme. El silencio tan sólo se rompe con el ruido de tus pisadas. Entre los edificios apenas se adivinan los primeros rayos de sol. Cada día un poco más lejos, cada día un poco más rápido. Sientes una vibración en tu muñeca y echas un vistazo. Sonríes y aprietas el paso: lo estás haciendo genial.

Y es que tu smartwatch te mantiene informado de tus avances en tu rutina de ejercicio, es tu compañero y tu aliado del deporte… ¿qué podría salir mal?

¡Ups! Los imprevistos siempre están a la vuelta de la esquina

Una caída, o incluso un amigo de lo ajeno, puede dar al traste con esa comunión perfecta que has construido paso a paso con tu smartwatch. ¿Qué perderías en caso de que éste se rompiera o te lo robaran? Los coachers y expertos lo tienen claro:

• Motivación. Es mucho más fácil (¡y divertido!) mantener la práctica deportiva cuando puedes comprobar tu progresión, fielmente registrada por tu pequeño compañero de running.
• Control. Si practicas deporte con uno de estos dispositivos, sabes a lo que nos referimos. El pulso cardiaco, notificaciones de sobresfuerzo, calorías consumidas. Tu smartwatch no sólo te anima a esforzarte, sino que además te permite hacerlo con total seguridad.
• Conexión. Porque este gadget es, a fin de cuentas, el enlace perfecto con tu mundo digital. Correr con tus listas de música preferidas o la posibilidad de atender on the go esa llamada que esperas, es un lujazo al que ya no estás dispuesto a renunciar.

Klinc by Zurich: un seguro para smartwatch, ¡y que siempre esté protegido!

Klinc es el primer seguro On Demand que protege tu reloj inteligente contra daños accidentales y robos. ¡Eh, olvida todo lo que crees saber sobre lo seguros! Klinc es un servicio completamente digital, se contrata en cuestión de minutos y puedes usarlo sólo cuando de verdad lo necesitas.

¿Vas a estar unas semanas en el dique seco? Sin problema: lo apagas. ¿Llega el buen tiempo y la calle te llama a gritos? Lo enciendes y estás protegido. ¡Listo! Y lo mejor de todo: sólo pagas por lo que utilizas.