Pizza casera: receta con sobras de la comida de Navidad

24 nov. 2023

¿Te gustaría hacer una pizza de aprovechamiento? En esta receta le damos salida a la comida que ha sobrado de las cenas Navidad.

Pizza casera: receta con sobras de la comida de Navidad

En Navidad aprovechamos para disfrutar de esos alimentos que, habitualmente, no tomamos en otra época del año. El problema es que, comemos tanto y tan seguido, que dos días después de que hayan comenzado las fiestas ya estamos un poco saturados. Es entonces cuando nos apetece volver a algo más sencillo como una pizza casera.

Por su propia naturaleza, la pizza es una receta de aprovechamiento muy nutritiva, ya que sobre la masa podemos poner casi cualquier cosa que tengamos por casa. Si ya no sabes qué hacer con las sobras de Navidad, elaborar con ellas una original pizza puede ser la solución perfecta.

IMPORTANTE. Obtendrás mucho mejor resultado si elaboras la masa de forma casera. Si no puedes darle forma redonda, estírala en cuadrado, de manera que cubra la bandeja del horno. Si quieres ahorrar algo de tiempo, puedes preparar la masa con antelación y guardarla en la nevera de un día para otro.

Tiempo: en hacer la masa tardaremos unos 10 o 20 minutos, y luego tenemos que dejarla reposar una hora. La preparación de la pizza lleva otros 20 minutos de media, y el horneado otros 20.
 

Ingredientes para la masa

  • 1 paquete de levadura seca o levadura en polvo, que son unos siete gramos.
  • 1 taza de agua tibia.
  • 3 tazas de harina de trigo.
  • 1 cucharadita de sal.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva.

Ingredientes para el topping

  • Sobras de la carne de la comida o la cena: pollo, pavo, cordero, etc.
  • Sobras de embutido, especialmente jamón.
  • Restos de queso.
  • Verduras asadas que hayan sobrado. Esto incluye pimientos, cebollas, champiñones y todo lo que puedas haber guardado de la comida o cena de Navidad.
  • Especias a tu gusto.
  • Salsa de arándanos o cualquier otra salsa que tengas por casa.

Preparación de la masa 

Comienza disolviendo la levadura en la taza de agua tibia. Deja reposar unos minutos, hasta que veas que la mezcla empieza a burbujear.

En un recipiente grande mezcla la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y vierte en él la levadura disuelta en agua y el aceite de oliva.

Mezcla bien la masa. Aunque puedes utilizar un robot de cocina, no te costará nada hacerlo con las manos. Solo ten la precaución de lavarlas y secarlas bien antes de empezar a trabajar. Cuando la masa se haya integrado bien, sácala y trabaja con ella durante cinco u ocho minutos sobre una superficie enharinada. Hasta que consigas una masa suave y elástica.

Déjala en forma de bola y ponla a reposar en un tazón o fuente previamente engrasada. Cubre con un paño húmedo y espera más o menos una hora, o hasta que veas que la masa ha duplicado su tamaño.

Como decíamos antes, puedes preparar la masa con antelación y tenerla lista de un día para otro. En este caso es conveniente que, pasadas unas horas desde la preparación, la guardes en la nevera. Al ir a trabajar con ella, sácala unas tres o cuatro horas antes de elaborar la pizza.

Cuando la masa esté lista, trabaja de nuevo con ella para estirarla. Enharinando la superficie de trabajo para evitar que se pegue. Obtenida la forma deseada, colócala directamente sobre la bandeja que utilizarás para el horneado.
 

Preparación de la pizza

El siguiente paso para hacer una pizza casera es poner sobre la masa el topping. Como estamos trabajando una receta de aprovechamiento, aquí no hay límite. Podemos poner prácticamente todo lo que se nos ocurra. Eso sí, antes de empezar a añadir ingredientes, tendremos que haberlos picado todos a un tamaño que resulte adecuado para una pizza.

Empezamos esparciendo sobre la masa una capa delgada de salsa de arándano que hará de base. No obstante, puedes utilizar cualquier otra salsa que tengas por casa: tomate, barbacoa, etc.

A continuación vamos añadiendo las sobras de carne y embutido y las distribuimos de manera uniforme por toda la superficie de la masa. Dejando libres los bordes. Después añadimos las verduras asadas y terminamos poniendo el queso.

Ya tenemos la pizza casera lista, ahora solo queda hornearla en el horno precalentado a 180º C durante unos 15 o 20 minutos.

Para darle un toque todavía más especial, justo después de sacar la pizza del horno puedes añadir especias a tu gusto. Por ejemplo, un poco de orégano o de romero.


Trucos para hacer una pizza casera deliciosa

Aquí tienes algunos consejos extra para unas pizzas espectaculares:
 

Base más crujiente

Si quieres conseguir un resultado que deje a todos con la boca abierta y con ganas de más pizza, prueba a meter la base ya estirada, pero sin ningún ingrediente, durante uno o dos minutos en el horno. Esto le resta un poco de elasticidad porque se lleva parte de la humedad.

Lo que logramos con este sencillo paso es que la masa quede después mucho más crujiente. Nos recordará a las pizzas hechas en horno de leña.


No abuses de los ingredientes

Otro truco para conseguir buenos resultados es que no te excedas con los ingredientes. Aunque estemos haciendo una receta de aprovechamiento, es posible que las sobras de Navidad sean bastantes. Cuantas más cosas pongamos más se van a mezclar los sabores.

Lo ideal es que escojas uno o dos tipos de carne, una o dos verduras y después el queso a tu gusto. No vas a gastar todas las sobras de la nevera, pero seguro que puedes encontrar otras alternativas para darles salida.


Masa fina

Si te gustan las pizzas de masa fina, puedes conseguirlas en casa estirando todo lo posible la masa. Otra forma de conseguir una base de grosor moderado es que la pinches un poco con un tenedor antes de poner los ingredientes. Así evitas que se infle demasiado en el horno.


Precalienta bien el horno

Cuando utilizamos el horno para cocinar, el precalentado es esencial para lograr los resultados deseados. Para hacer una pizza casera se aconseja precalentar a la temperatura máxima del horno durante unos 10 minutos. Al introducir la pizza bajamos la temperatura a entre 180º-200º C.

Esto nos garantiza un horneado uniforme y que nuestra pizza tenga ese borde crujiente que tanto gusta en casa.


Deja reposar

Cuando una pizza casera llega a la mesa, todos queremos probarla inmediatamente. Sin embargo, lo mejor en estos casos es dejarla reposar durante unos minutos, para que los ingredientes se asienten. Si lo haces así, notarás que al cortarla tanto la salsa de base como el queso se mantienen en su sitio, ya no se deslizan al pasar el cuchillo.


Masa más esponjosa

Si deseas que la masa quede más esponjosa y tenga un sabor único, sustituye el agua templada en la que deshaces la levadura por una taza de cerveza a temperatura ambiente

Para seguir explorando sabores, puedes elaborar masas con diferentes tipos de cervezas. Te aseguramos que cada una tiene un toque original y único.
 

Masa con ajo y perejil

Otra forma de añadirle un poco más de sabor a la masa es añadir ajo en polvo y especias como perejil u orégano. Esto consigue que la base de nuestra pizza sea mucho más aromática.

Toque de aceite de oliva

Para una pizza realmente única y espectacular, una vez que hayas sacado la misma del horno, rocía unas gotas de aceite de oliva. Esto le dará un toque brillante más atractivo y reforzará la intensidad del sabor.

Hacer una pizza casera con los restos de la comida de Navidad es muy sencillo. Lo único que tenemos que hacer es ponerle un poco de imaginación. Ya has visto que incluso elaborar la masa es fácil y rápido, así que no le tengas miedo a esta receta de aprovechamiento.

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