Tipos de pisada en el running
Aunque todos tenemos un estilo propio y único de hacer las cosas, existen semejanzas que permiten crear categorías con rasgos similares. ¿Sabías, por ejemplo, que existen tres tipos de pisada entre los corredores? En esta entrada te informamos al respecto y te animamos a identificar cuál es la tuya.
Aunque todos tenemos un estilo propio y único de hacer las cosas, existen semejanzas que permiten crear categorías con rasgos similares. ¿Sabías, por ejemplo, que existen tres tipos de pisada entre los corredores? En esta entrada te informamos al respecto y te animamos a identificar cuál es la tuya.
Tipos de pisada de running
¿Por qué es importante conocer cómo pisar en running? Esta información es fundamental para elegir un calzado correcto. De no ser así, las zapatillas puede que no se adapten a tu pisada, y con el tiempo, sufrirás molestias en pies y rodillas, así como dolores de espalda.
Cualquier corredor, en cada apoyo, realiza un proceso sucesivo en tres etapas:
- Con el talón.
- Con la planta en contacto con el suelo.
- Impulsión o salida. Con la punta del pie.
En función de cómo realizas esta secuencia al correr se determina tu pisada como runner. De hecho, muchos profesionales entrenan a partir de este dato para mejorar el rendimiento.
Pisada pronadora
Se trata de la más frecuente; de hecho, entre el 50 y el 60 % de las personas la tenemos.
Su principal característica se produce en el momento del impacto con el suelo, donde el pie se inclina ligeramente hacia dentro.
¿Quieres saber si es tu caso? Coge unas zapatillas viejas, dales la vuelta y fíjate en su estado. Dado que el primer contacto del pie con el suelo es con la zona exterior, verás esta parte mucho más gastada. También lo notarás en:
- La parte delantera interior, donde suele apoyarse el dedo gordo.
- La zona inferior al metatarso.
- El interior del talón.
A la hora de comprar unas zapatillas acordes con tu pisada pronadora, necesitas un calzado reforzado en la parte interna, sobre todo del talón. Además, deben aportarte una notable sujeción y contar con una buena amortiguación.
Pisada supinadora
Nos vamos al caso contrario, y no solo porque es poco habitual. El corredor supinador inclina su tobillo hacia el otro lado al apoyar el pie. Es decir, el apoyo y el desgaste principal en la zapatilla se aprecian hacia el exterior y en la zona delantera.
Se produce, sobre todo, en personas que poseen un arco plantar muy pronunciado y/o piernas arqueadas. No resulta fácil reeducar a estos deportistas sobre cómo pisar al correr, por lo que suele ser mejor incorporar una plantilla. Si bien no existen zapatillas específicas para supinadores, la elección idónea son los modelos neutros de gran amortiguación.
El problema para los corredores que pisan de este modo se concreta en un mayor riesgo de lesiones. Tienen tendencia a sufrir esguinces, molestias en los tendones del tobillo y dolores, más o menos fuertes, en el exterior de sus rodillas.
Pisada neutra
Es la alternativa más lineal y equilibrada. El movimiento de rotación en contacto con el suelo se produce de manera compacta y uniforme.
En estos casos, el pie se desplaza sobre el firme por su área central, sin que se produzcan hundimientos hacia ninguno de los lados. De hecho, es la opción idónea. El tobillo se mantiene recto, sufre mucho menos y el riesgo de lesiones, por ello, disminuye.
Si eres un runner de pisada neutra, tenemos otra buena noticia para ti. Podrás elegir entre infinidad de modelos de zapatillas, ya que no requieren refuerzos ni atributos especiales.
No olvides, por último, que tu pisada será neutra si utilizas plantillas personalizadas. Ellas realizarán la corrección que te conviene y podrás calzarte cualquiera de las deportivas que mencionábamos anteriormente.
En definitiva, los tipos de pisada de cada corredor son un factor importante. Influyen en el rendimiento, la posibilidad de lesiones, el plan de entrenamiento y el calzado a utilizar. Ahora lo tienes muchísimo más claro, ¿verdad?